
SEMANA DEL 20 AL 24 DE MARZO
SEMANA DE 13 AL 17 DE MARZO
Lunes 13 de Marzo.
JESÚS, CONSTRUCTOR DE VIDA
EVANGELIO: Juan 3, 16
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna»
LECTURA: La tienda del cielo
Hace mucho tiempo, caminaba por la vida y encontré un letrero que decía: “La tienda del cielo”.
Cuando me aproximé, la puerta se abrió... Entré y vi ángeles por todas partes... Uno me dio una cesta y dijo: Compra todo lo que quieras, en la tienda hay de todo lo que necesitas...
Lo primero que cogí, fue PACIENCIA y AMOR, estaban uno junto al otro... Más adelante estaba COMPRENSIÓN, seguro que más adelante la necesitaría... -pensé.
Compré, además, 2 bolsas de SABIDURÍA y dos cajas de FE...
Me encantó el paquete del PERDÓN, así que lo añadí a mi cesta.
Me detuve para comprar, FUERZA y CORAJE, pues, me ayudarían mucho en esta carrera de la vida.
Cuando ya tenía casi llena la cesta, recordé que me hacía falta GRACIA, y no podía olvidar la SALVACIÓN, que la ofrecían gratis. Entonces cogí bastante para salvarme y salvarte a ti.
Caminé hacia la caja para pagar la cuenta; pues creí que tenía todo lo que el cristiano necesita. Pero cuando iba a llegar a la caja, vi la ORACIÓN, y la agregué a mi cesta ya repleta. Sabía que cuando saliera la tendría que usar...
La PAZ y la FELICIDAD estaban en unos estantes pequeños frente a mí, justo al lado de la caja así que aproveché para coger una buena porción; la ALEGRÍA colgaba del techo, di un salto y cogí una. Ya por fin llegué a la caja y pregunté: ¿Cuánto debo?
Él sonrió y me contestó:
Lleva tu cesta donde quiera que vayas...
Una vez más, pregunté: Ya, pero ¿Cuánto le debo?
Él sonrió otra vez y dijo: No te preocupes, Jesús pagó esta cuenta hace mucho, mucho tiempo atrás.
Salí de la tienda y entonces lo comprendí todo…
REFLEXIÓN
La tienda soy yo y cada uno de nosotros tenemos una tiendita en el interior. Y esta tienda puede estar abierta 24 horas al día. Ofrece cada uno de estos artículos. Si está al alcance de la mano de todos, será más fácil y bonita la vida.
Así como el Señor es constructor de vida, tú puedes construir tu vida en base a esa tienda tan especial con valores que Jesús nos enseñó.
¿Qué ofreces tú en tu tienda?
ORACIÓN
Enséñanos, Señor, el valor de lo sencillo, el valor de los pequeños detalles.
Que no pensemos hacer grandes cosas el día de mañana, descuidando las pequeñas cosas que podemos hacer hoy.
Queremos prestar atención a los que nos rodean. Ayúdanos a contagiar y dar fuerza, coraje, comprensión, paz, felicidad, alegría, perdón, amor… y a comprometernos con todos los que están cerca de nosotros.
Que nuestra tienda del cielo esté siempre en funcionamiento. AMÉN.
S. José de Calasanz… ruega por nosotros.
Martes 14 de Marzo.
FELICES LOS MISERICORDIOSOS
EVANGELIO: Mateo 5, 7
«Felices son los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia»
LECTURA
Dos hermanos, uno soltero y otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo producía abundante grano, que ambos hermanos se repartían a partes iguales.
Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en el que el hermano casado empezó a despertarse por las noches pensando:
- No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo tengo a mi mujer y a mis hijos, de modo que, cuando sea anciano, tendré todo lo que necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea anciano? Necesita ahorrar para el futuro mucho más de lo que ahorra actualmente, porque su necesidad es mayor que la mía.
Entonces se levantaba de la cama, iba sigilosamente a donde residía su hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.
También el hermano soltero empezó a despertarse por las noches y a decirse a sí mismo:
- Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se lleva la mitad de la cosecha; pero yo no tengo que mantener a nadie más que a mí mismo. ¿Acaso es justo que mi pobre hermano, cuya necesidad es más grande que la mía, reciba lo mismo que yo?
Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su hermano.
Un día coincidió que se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron el uno con el otro, cada uno con un saco de grano a la espalda.
Muchos años después, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó. Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el lugar en el que los dos hermanos se habían encontrado, porque no creían que hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquel.
REFLEXIÓN
La misericordia es la capacidad de ver a los otros con los ojos del corazón, como verdaderos hermanos. Cuando no miro solo para mí mismo, mis cosas, mis intereses, y soy capaz de querer de verdad a los demás, entonces tengo un corazón misericordioso.
Piensa cuántas veces te han tratado con cariño sin esperar nada a cambio ¿A que es una sensación agradable? Pues tú también puedes hacer lo mismo por los demás. Nuestras clases, nuestras familias, nuestro colegio, pueden mejorar mucho cuando tratamos con cariño a los demás sin que luego estemos pasando factura.
ORACIÓN FINAL
Padre bueno,
Te damos gracias porque Jesús nos enseñó lo mucho que nos quieres
Y nos dijo que nos amáramos unos a otros como él nos amó.
Danos unos ojos abiertos para ver las necesidades de los demás,
un corazón grande como el tuyo para aprender a quererles
y unas manos capaces de ayudar a los que nos necesitan.
San José de Calasanz… Ruega por nosotros
Miércoles 15 de Marzo.
TE MIRO, NO CON MIS OJOS, SINO CON MI CORAZÓN
EVANGELIO: Mateo 6, 22
«La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado»
Es por eso que Dios nos ve con su corazón y cuando pone su mirada sobre nosotros, es para querernos y salvarnos.
En el Evangelio, cuando Jesús eleva sus ojos, mira y se siente tocado en el corazón. Su palabra expresa lo que tiene en su corazón y sus gestos realizan lo que su palabra dice.
CUENTO
Todos los superniños se habían reunido con urgencia: la galaxia vecina necesitaba que eligieran al mejor para enviarlo a luchar contra los malos. Pero estaba resultando difícil.
- Para acabar con los malos hay que verlos a través de las paredes, y pillarles en ese momento- decían los niños con supervisión.
- Nada de eso. Solo yendo rápido se puede conseguir que los malos no escapen -respondían los que tenían supervelocidad.
- Siempre escapan volando. Sin volar no se puede ser el mejor súper - decían los que volaban.
- Nada de eso sirve sin fuerza- respondían los superforzudos.
… y así siguió la discusión por mucho tiempo. Hasta que apareció el niño supersabio acompañado por otro niño muy normalito. Era pequeño, delgaducho, y además no llevaba ningún traje especial.
- Este superniño resolverá el problema - dijo muy seguro.
- ¿Sí? Eso no hay quien se lo crea ¿Qué poderes tiene? ¿Es fuerte? ¿Es rápido? ¿Tiene armas secretas? ¿Pero cómo va a luchar contra los malos? - preguntaban un poco enfadados.
- Pues no sé qué hace - respondió supersabio- pero funciona.
Todos protestaron, pensando que era una broma, y la discusión prosiguió entre gritos.
Pero algún extraño poder debía tener aquel niño. Porque unas horas más tarde los superniños ya no discutían y celebraban entre aplausos que se habían puesto de acuerdo para enviar al niño a la galaxia vecina.
En la galaxia vecina lo recibieron extrañados: nunca habían visto un superniño con tan pocos poderes. Además, se pasó semanas sin atrapar un solo malo. Entonces decidieron expulsarlo, pero acudió tanta gente a despedirlo que los jefes pensaron que algo raro pasaba. Llamaron a las cárceles, donde les contaron que estaban casi vacías. La policía explicó que casi no había delitos, y por eso no había detenciones.
El superpoder secreto había vuelto a funcionar. Quedaban tan pocos malvados, que la Liga de los Villanos Incorregibles secuestró al niño para averiguar de dónde salían sus poderes.
- Yo no tengo ningún poder- dijo el niño.- Solo intento que la gente esté mejor: ayudo cuanto puedo, comparto mis cosas, perdono rápido, sonrío siempre…
Mientras hablaba con los villanos estuvo haciendo malabares, repartiendo golosinas y abrazos, contando chistes, curando heridas, preparando la cena, ayudando aquí y allá… Los villanos se sentían tan a gusto con
aquel niño que ninguno de ellos se acordó de salir a hacer el mal… Pronto todos empezaron a comprender en qué consistía el increíble superpoder de aquel niño tan normalito.
Y así siguió el niño: cambiando el mundo sin atrapar ningún malvado. Le bastaba con ayudarlos a sentirse mejor para que dejaran de querer ser malos. Su secreto funcionaba tan bien que los demás superniños terminaron olvidándose de sus otros poderes para aprender a usar ese nuevo poder tan especial.
Por eso ustedes, niños, ya no tienen superpoderes ¿Qué falta les hacen, si tienen el más valioso de todos? Ustedes pueden alegrar el día a cualquiera.
Eso sí. No dejen de usarlo ¡La galaxia les necesita!
REFLEXIÓN
Y tú… ¿Te levantas todos los días con una sonrisa? ¿Te has dado cuenta que se necesita bien poco para hacer feliz a una persona? ¿No crees que siendo amable y sonriendo se comienza el día con más ganas e ilusión? Anímate a seguir contagiando esos superpoderes a todos los niños y mayores de la galaxia y de paso, mirar no solo con los ojos, sino con el corazón.
ORACIÓN FINAL
Gracias Dios mío
Por este nuevo día que me regalas,
Porque puedo contemplar el sol nacer.
Gracias por mi familia, amigos y toda la gente buena que me rodea.
Te pido que no te olvides de todos los niños de este mundo,
Aquellos que no tienen qué comer y están desprotegidos.
Cuida de ellos como cuidas de mí.
Gracias por escucharme y ayúdame a mirar con el corazón,
Amén.
San José de Calasanz… Ruega por nosotros
Jueves 16 de Marzo.
LAS PEQUEÑAS COSAS QUE ME HACEN FELIZ
EVANGELIO: Mateo 6, 25-27
«De nada sirve preocuparse. “Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechas ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?»
LECTURA
El 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad y por eso hoy queremos asegurarnos, no de que sean felices, porque eso no lo dudamos, sino de que ¡¡ustedes sean conscientes de que realmente lo sois!!
Pero para eso… ¿qué es la felicidad? La felicidad es un sentimiento de alegría inmensa, de bienestar; que en realidad es muy sencillo de alcanzar, depende exclusivamente de cómo nosotros decidamos observar las cosas que nos rodean, es decir, DEPENDE DE NOSOTROS MISMOS.
Estamos tan acostumbrados a nuestras rutinas, que a veces se nos olvida dar las gracias por los pequeños detalles que hacen posible nuestra vida. Voy a contarles una historia…
“Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba:
- Si tuviera un auto nuevo, sería feliz
- Si tuviera una casa grande, sería feliz
- Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz
- Si tuviera una pareja perfecta, sería feliz
- …
En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una tras otra al mar, cada vez que decía: Sería feliz si tuviera…
Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrecita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a casa se dio cuenta de que aquella piedrecita era un diamante muy valioso. ¿Se iamginan cuántos diamantes arrojó al mar sin detenerse a apreciarlos?”
¡Cuántos de nosotros pasamos la vida arrojando preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca de nosotros! Y
es que muchas veces nos cuesta diferenciar entre un problema real, algo realmente grave como una enfermedad grave y un problema mental, algo que puede hacérsenos un poco difícil pero que es pasajero y no debe marcar el camino de nuestras vidas, como reprobar un examen o enfadarse con un amigo.
REFLEXIÓN
Así, les pido que observen sus piedrecitas, esas que pueden ser un diamante valioso. Cada uno de nuestros días es un diamante precioso e irremplazable. Depende de ustedes aprovecharlos o lanzarlos al mar para nunca más recuperarlo.
No permitas que un percance no te deje ver las alegrías que, día a día, la vida te vuelve a regalar, como pueden ser que suene una canción que te traiga buenos recuerdos, la sonrisa de una persona caminando por la calle, o que todas las mañanas nos demos los buenos días porque consideramos que somos familia.
¡Les animo a que pongan sus propios ejemplos, quiero saber cuáles son esas cosas que les hacen felices día a día, esas situaciones que más valoran y les hacen sentir alegres!
¡Que tengan un muy feliz día!
ORACIÓN FINAL
Dios te salve María…
Viernes 17 de Marzo.
REGALOS DE MI VIDA
EVANGELIO: Mateo 25, 37-40
«Entonces los justos preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos forastero y te recibimos, o falto de ropa y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’ El Rey les contestará: ‘Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron».
LECTURA
Me gustaría compartir con todos ustedes una poesía que habla sobre los regalos que podemos hacerle a una persona muy importante en nuestras vidas, a nuestra madre, porque también nosotros tenemos que agradecer a nuestras madres el regalo tan bonito de la vida. Escuchen atentos:
“Le regalo a mi mamá una sonrisa de plata,
Que es la que alumbra mi cara cuando de noche me tapa.
Le regalo a mi mamá una caperuza roja,
Por contarme tantas veces el cuento que se me antoja.
Le regalo a mi mamá una armadura amarilla,
Que le proteja del monstruo que espanta en mis pesadillas.
Le regala a mi mamá una chistera de mago,
En la que quepan todos mis besos envueltos en papel de regalo”.
Reflexión
Todas las cosas que hacemos en nuestro día a día pueden convertirse en regalos que con nuestra vida hacemos a los demás.
Escuchar, jugar con los que están solos, ayudar en casa, compartir nuestras cosas, ayudar a los más pobres… pueden ser regalos muy “sencillos” que hacemos a los demás y que no nos suponen mucho esfuerzo. Por eso, Jesús quiso enseñar a sus amigos que cada buena acción y cada regalo que tengamos con nuestros amigos, lo tenemos con el mismo, para que nos diésemos cuenta de la importancia de hacer de nuestra vida y de nuestras acciones el regalo más bonito que podamos darle a los demás, ayudándoles a ser FELICES. ¿Cada gesto que haces durante el día es un regalo para los que te rodean?
Y chicos, para mí no hay mejor regalo que un beso, de esos besos que nos damos después de llevar mucho tiempo sin vernos, o un beso que le damos a un amigo cuando le pedimos perdón, o ese beso tan bonito que le damos a papá o a mamá cuando nos vienen a buscar al cole.
Oración: Padre nuestro