Año Litúrgico

Existe una íntima relación entre el universo de lo sagrado y la vida social. De hecho, sólo es posible comprender los hábitos, los ritos y las formas colectivas de vida desde la referencia explícita o implícita a un universo de valores y de referentes que tienen mucho que ver con la religión y con lo invisible del ser humano.

La sociedad occidental ya no puede definirse como un todo monolítico, sino que está constituida por un conjunto plural de comunidades morales. Lo religioso sigue presente, pero de un modo invisible. Sólo es posible recuperar plenamente el sentido de las fiestas del calendario a partir del conocimento del saber religioso y de sus distintas articulaciones históricas.

Por ello dedicamos este espacio a profundizar en el conocimiento del CALENDARIO LITÚRGICO de la Iglesia, para comprender, bajo una luz diferente, el sentido de las fiestas religiosas.

El propósito del año litúrgico no es marcar el paso del tiempo, sino celebrar y entender mejor el misterio de Cristo.

Las celebraciones cristianas tienen dos ritmos, uno semanal y otro anual:

  1. Cada semana, el domingo se conmemora la resurrección de Jesús y por eso los cristianos se reúnen en la eucaristía y celebran el día de descanso.
  2. Las fiestas y celebraciones litúrgicas a lo largo del año recogen los acontecimientos más sobresalientes de la vida de Jesús.

Así, el año litúrgico está dividido en “TIEMPOS LITÚRGICOS“:

 

Calendario litúrgico